Receta muy sencilla y rica, que se hace casi sola y da muy buenos resultados :P
1 rollo de masa de hojaldre o quebrada
3 huevos
150 ó 200 ml de nata culinaria (un tetra brick de los pequeños)
Media cebolla
4 puerros medianos
150 gr. de bacon
1 rollito de queso de cabra
Sal, aceite
Es necesario cocinar un poco la masa antes de añadir el relleno. Para ello extendemos la masa y forramos un molde de tartas con ella. La pinchamos varias veces con un tenedor para que no suba y la metemos en el horno precalentado a 180° durante 15 minutos.
(Truquillo: en el caso de la masa de hojaldre, echamos un puñado de legumbres secas, garbanzos o habas, para evitar que suba; debemos acordarnos luego de retirarlos antes de echar el relleno, si no, nuestra quiche tendrá una sorpresa cual roscón :D).
Mientras la masa se cocina prepararemos el relleno. Lavamos los puerros y los cortamos en medias lunas, es decir, una vez a la mitad longitudinalmente y luego en rodajitas. En una sartén con un poco de aceite rehogamos la cebolla picada en trozos finos y los puerros con un poco de sal hasta que queden un poco doraditos. Los sacamos y los reservamos. Acto seguido rehogamos también un poquito el bacon. Asimismo lo sacamos y lo reservamos.
En un recipiente grande batimos los huevos con un poco de sal y añadimos la nata y, si queremos, un poquito de nuez moscada. Añadimos los puerros y el bacon, mezclamos bien y vertemos en la masa.
Finalmente cortamos unas finas rodajas de queso de cabra y las colocamos sobre la superficie. Horneamos durante 20 ó 30 minutos, en función de la potencia del horno. Para saber si está hecha podemos emplear el viejo truco de pincharla con un cuchillo, y cuando salga limpio, significará que nuestra quiche está lista.
Comentario/s previsibles de mamá: