Nos atrevemos con la delicia más emblemática de los
mercadillos de Navidad, el “Glühwein”, que no es más que un vino caliente con
especias, pero da la vida cuando uno lleva varias horas paseando por el centro
de una ciudad a mediados de diciembre y empieza a quedarse amoratado del frío.
La receta es tan simple como calentar un vino peleón y añadirle algunos
ingredientes, pero no nos resistimos a publicarla por eso de que en Alemania no
hay nada mejor a lo que dedicar las tardes entre el 5 y el 23 de diciembre.
Para 3 o 4 personas
1 botella de vino tinto (mediano sin ser innoble, nivel kalimotxero estándar)
3 cucharadas soperas de azúcar
1 saquito de especias: incluir canela, piel de naranja,
malagueta y clavo
Tiempo de preparación total: 20 minutos
Llevar a ebullición el vino tinto en un cazo apropiado, tras
añadir el azúcar y un saquito de tela o similar bien cerrado en el que hayamos
depositado las especias. Estos saquitos pueden comprarse ya hechos, que es la
opción más cómoda, o uno mismo puede fabricarlos añadiendo ingredientes a su
gusto, lo que viene a ser la variante más creativa.
Dejar hervir bajando un poco el fuego durante 5 minutos y
seguidamente retirar del hornillo para que repose durante otros 10. Servir aún
caliente, preferiblemente en una taza bien cuqui que se pueda usar para
calentarse las manos en las frías noches invernales.
Comentario/s previsibles de mamá: