jueves, 15 de diciembre de 2016

Vino caliente casero (Helmut)

Nos atrevemos con la delicia más emblemática de los mercadillos de Navidad, el “Glühwein”, que no es más que un vino caliente con especias, pero da la vida cuando uno lleva varias horas paseando por el centro de una ciudad a mediados de diciembre y empieza a quedarse amoratado del frío.

La receta es tan simple como calentar un vino peleón y añadirle algunos ingredientes, pero no nos resistimos a publicarla por eso de que en Alemania no hay nada mejor a lo que dedicar las tardes entre el 5 y el 23 de diciembre.

Para 3 o 4 personas

1 botella de vino tinto (mediano sin ser innoble, nivel kalimotxero estándar)
3 cucharadas soperas de azúcar
1 saquito de especias: incluir canela, piel de naranja, malagueta y clavo


Tiempo de preparación total: 20 minutos

Llevar a ebullición el vino tinto en un cazo apropiado, tras añadir el azúcar y un saquito de tela o similar bien cerrado en el que hayamos depositado las especias. Estos saquitos pueden comprarse ya hechos, que es la opción más cómoda, o uno mismo puede fabricarlos añadiendo ingredientes a su gusto, lo que viene a ser la variante más creativa.

Dejar hervir bajando un poco el fuego durante 5 minutos y seguidamente retirar del hornillo para que repose durante otros 10. Servir aún caliente, preferiblemente en una taza bien cuqui que se pueda usar para calentarse las manos en las frías noches invernales.

Comentario/s previsibles de mamá: