Empezamos el año con una nueva receta francesa, que esta vez
no viene de ningún libro de cocina super auténtica, sino del humilde envase de
una marca de queso azul maravillosa (Bresse
Bleu) que descubrimos hace unos meses y desde entonces nos tiene locos por
su increíble sabor.
El bleu de bresse no
es un queso azul al uso, sino una especie de gorgonzola cremoso por dentro y
semisólido por fuera, así que supongo que la receta podría hacerse con
gorgonzola si no se dispone de otro queso que sea más parecido. El proceso no
tiene ningún misterio, basta con preparar la carne y meterla en el horno, pero
el resultado es muy sabroso y algo inusual.
Para 4 personas
1 queso azul (bleu de
bresse o similar, 250 gr)
1 redondo de ternera o cerdo (750 gr aprox.)
20 gr de mantequilla
1 cucharilla de aceite
Sal, pimienta
Tiempo de preparación
total: 45 minutos
Calentar la mantequilla en una sartén y freír en ella la
carne salpimentada durante 8 minutos hasta que coja color, a continuación,
dejar que se enfríe un poco. Calentar el horno a 220 grados. Hacer varias
hendiduras profundas a lo largo del redondo, paralelas entre sí, y colocar una
lámina gruesa de queso en cada una de ellas. Conservar
la redecilla que envuelve la carne, o de lo contrario el resultado final tendrá
un aspecto más deconstruido de lo deseable, como sucede en nuestra foto. Se
puede usar cerdo en lugar de ternera, que es lo que hicimos nosotros. Dejar
que se haga al horno durante 15 a 20 minutos hasta que el queso esté bien
fundido. Bon appétit !
Comentario/s previsibles de mamá: