Creía que la receta de octubre iba a ser la última traída
desde Finlandia, pero las sorpresas son la sal de la vida, y aquí estamos con
una nueva, probada en los últimos días que pasamos por allí. Se trata de un
asado (paisti) de carne de lo más
simple, pero con un sabor muy rico si se deja hacer bien a fuego lento.
Para 4 personas
800 gr - 1 kg de carne mixta (ternera y cerdo)
2 cebollas medianas
3 zanahorias grandes
Pimienta negra
Pimienta de Jamaica (entera si puede ser)
Mantequilla/aceite
Sal
Tiempo de preparación
total: entre 2 y 3 horas
Se corta la carne en dados, si no viene preparada (en
Finlandia se vende ya lista). Según la región lo tradicional es usar sólo carne
de ternera, mezcla de ternera y cerdo o ternera, cerdo y cordero, aunque la
segunda opción es la más habitual y por ello la que escogemos nosotros. Se echa
en una cazuela con un poco de mantequilla (aceite para españoles irredentos) y
se pone a cocer con la tapa puesta durante 20 min en el horno a 200 grados.
Mientras tanto, se pelan y pican las cebollas y las zanahorias, en el primer caso
más bien menudo, en el segundo en trozos grandes.
Pasados los 20 min, se saca la cazuela y se añade la
cebolla, la zanahoria, sal y pimienta al gusto (sin pasarse con la de Jamaica porque
da mucho sabor), se echa agua hasta cubrir justo la superficie, y se vuelve a
meter al horno a 125 grados durante 2 horas y pico o 3 horas. En realidad se
puede dejar bastante menos tiempo a fuego más potente, o incluso hacerlo
directamente sobre el fuego sin usar el horno (tapando la cazuela al principio
y al final), pero lógicamente cuanto más dure la cocción mejor sabor tendrá.
Los 20 minutos iniciales sirven para que la carne se haga un
poco y no pierda todo el jugo después de añadir el agua. Así el caldo quedará
clarito, que es lo suyo, aunque hay gente que no le da tanta importancia y se
salta esta etapa. Los talibanes del karjalanpaisti,
los que siguen al pie de la letra la receta de los años 30, renuncian a la
zanahoria y la pimienta de Jamaica en aras de un formato más “auténtico”, que ponga
de relieve el sabor de la carne, pero en mi opinión esta opción resulta
excesivamente simple. En este caso yo prefiero pecar de heterodoxia (de hecho
lo hice en fuente y no en cazuela, como puede verse en la foto).
El plato se suele servir con patata asada entera o puré de
patatas. También pega acompañarlo de mermelada de arándanos rojos (puolukkahillo) o pepinillos en vinagre.
Comentario/s previsibles de mamá: