Spaghetti alla Norma (Spaghetti con berenjenas, queso y tomate)
Esta primera receta aprendida en suelo alemán proviene de un
libro de cocina italiano que exploré estando de visita en casa de una amiga.
Podrá parecer extraño aventurarse a preparar platos mediterráneos bajo el crudo
clima germano, pero en realidad hay tantos italianos que emigraron a Alemania y
tanto se aprecia su comida aquí que la gastronomía de Italia es algo muy
recurrente en toda la República Federal (probablemente por falta de alternativa
local viable). La receta original preveía no pocas virguerías para potenciar el
sabor de cada uno de los ingredientes, lo que aquí sigue representa una
simplificación al alcance de mis limitadas dotes cocineriles, de mi humilde
bolsillo y, sobre todo, de mi tiempo en un día cualquiera.
Para 2 o 3 personas
350 gr de spaghetti
1 berenjena grande o 2 pequeñas
1 cebolla pequeña
2 dientes de ajo
2 tomates
250 gr aprox. de salsa de tomate
100 gr de queso de cabra o queso feta
Sal, pimienta, albahaca, aceite de oliva
Tiempo de preparación total: 35 minutos
Picar bien finitos la cebolla y los ajos y sofreírlos en una
sartén con aceite. Lavar y picar las berenjenas en rodajas finas y añadirlas al
sofrito, junto con los tomates bien picaditos y, cuando todo esté ya bastante
hecho, la salsa de tomate. Salpimentar y albahacar
el conjunto. Mientras tanto, hervir los spaghetti en una cazuela con abundante
sal. Conviene sacarlos estando al dente
para que terminen de hacerse al mezclarlos con la salsa (esto no lo digo yo, lo
aconseja Mikel López Iturriaga). Una vez todo junto, añadir el queso
desmenuzado y remover lentamente para que se vaya fundiendo. Servir enseguida.
La receta original prevé que las berenjenas se corten en
rodajas gruesas (1 cm), se dejen reposar durante una hora después de salarlas y
se corten en rodajas más finas después de freírlas (amén de escurrir el aceite posándolas
sobre papel de cocina). Por otra parte, se sugiere hacer el sofrito en una segunda
sartén y, llegados al final, emplear pecorino
romano y ricotta salata en lugar
de cualquier queso plebeyo. Yo no quería tener que fregar el doble ni gastarme
el triple al hacer la compra, así que derivé una versión de andar por casa, que
salió sorprendentemente buena. ¡Cada uno con lo que pueda/quiera!
Comentario/s previsibles de mamá: