lunes, 30 de diciembre de 2013

Karjalanpaisti (Helmut)

Creía que la receta de octubre iba a ser la última traída desde Finlandia, pero las sorpresas son la sal de la vida, y aquí estamos con una nueva, probada en los últimos días que pasamos por allí. Se trata de un asado (paisti) de carne de lo más simple, pero con un sabor muy rico si se deja hacer bien a fuego lento.

Para 4 personas

800 gr - 1 kg de carne mixta (ternera y cerdo)
2 cebollas medianas
3 zanahorias grandes
Pimienta negra
Pimienta de Jamaica (entera si puede ser)
Mantequilla/aceite
Sal


Tiempo de preparación total: entre 2 y 3 horas

Se corta la carne en dados, si no viene preparada (en Finlandia se vende ya lista). Según la región lo tradicional es usar sólo carne de ternera, mezcla de ternera y cerdo o ternera, cerdo y cordero, aunque la segunda opción es la más habitual y por ello la que escogemos nosotros. Se echa en una cazuela con un poco de mantequilla (aceite para españoles irredentos) y se pone a cocer con la tapa puesta durante 20 min en el horno a 200 grados. Mientras tanto, se pelan y pican las cebollas y las zanahorias, en el primer caso más bien menudo, en el segundo en trozos grandes.

Pasados los 20 min, se saca la cazuela y se añade la cebolla, la zanahoria, sal y pimienta al gusto (sin pasarse con la de Jamaica porque da mucho sabor), se echa agua hasta cubrir justo la superficie, y se vuelve a meter al horno a 125 grados durante 2 horas y pico o 3 horas. En realidad se puede dejar bastante menos tiempo a fuego más potente, o incluso hacerlo directamente sobre el fuego sin usar el horno (tapando la cazuela al principio y al final), pero lógicamente cuanto más dure la cocción mejor sabor tendrá.

Los 20 minutos iniciales sirven para que la carne se haga un poco y no pierda todo el jugo después de añadir el agua. Así el caldo quedará clarito, que es lo suyo, aunque hay gente que no le da tanta importancia y se salta esta etapa. Los talibanes del karjalanpaisti, los que siguen al pie de la letra la receta de los años 30, renuncian a la zanahoria y la pimienta de Jamaica en aras de un formato más “auténtico”, que ponga de relieve el sabor de la carne, pero en mi opinión esta opción resulta excesivamente simple. En este caso yo prefiero pecar de heterodoxia (de hecho lo hice en fuente y no en cazuela, como puede verse en la foto).

El plato se suele servir con patata asada entera o puré de patatas. También pega acompañarlo de mermelada de arándanos rojos (puolukkahillo) o pepinillos en vinagre.

Comentario/s previsibles de mamá:

     

jueves, 28 de noviembre de 2013

Arroz con habas (Salisbury)

Esta receta se remonta a mi tatarabuela, que la trajo desde Cuba.

Para 3 personas

Un tazón grande de arroz blanco
Una taza de habas pintas
250 gr. de bacon
3 dientes de ajo
Un par de hojas de laurel
Sal y aceite de oliva



Tiempo de preparación total: aprox. 1 hora y media (contando con 1 hora de cocción de las habas)

Una hora antes de empezar a preparar el arroz, se ponen a cocer las habas en agua con un poco de sal. Cuando estén blanditas se cuelan y se reserva el agua (la utilizaremos después). 

Se pone abundante aceite a calentar y se pelan los dientes de ajo, cortándolos en pequeñas rodajitas. Cuando el aceite esté bastante caliente se echan los ajos y cuando estén doraditos se retiran con una espumadera.

A continuación se echa el arroz y se rehoga bien en el aceite. Se añade el bacon cortado en tiritas. Se rehoga un poco y se añade el agua: como siempre, la proporción será un poco más del doble de agua que de arroz. Utilizaremos el agua de cocer las habas y si se queda corta, se completa la proporción con agua corriente.

Se añaden las habas, la sal y el perejil y se deja cocer unos 10-15 minutos a fuego bajo, hasta que el arroz haya absorbido toda el agua.

Comentario/s previsibles de mamá:

     

jueves, 31 de octubre de 2013

Korvapuusteja (rollitos de canela) (Helmut + Salisbury)

He aquí la que probablemente vaya a ser nuestra última incursión en la cocina finlandesa, y quizá el plato autóctono más ambicioso que hemos abordado hasta la fecha. Se trata de uno de los bollos (pulla) más tradicionales del país, y en mi opinión uno de los más ricos que pueden encontrarse en las cafeterías y panaderías locales.

Para la preparación nos hemos basado en distintas recetas que hemos encontrado por internet, hemos seguido los consejos de amigos y conocidos y probado más de una vez, porque a estas alturas ya sabemos que en la cocina no existe eso de la suerte del principiante.

Para 3 o 4 personas (o 2 zampabollos infantiloides)

Masa:
400 gr de harina
20 gr de levadura de panadería (fresca)
¼ l de leche del tiempo
Un poquito de sal
½ cucharada pequeña de cardamomo molido
100 gr de azúcar
50 gr de mantequilla que lleve un rato fuera del frigorífico

Relleno:
50 gr de mantequilla que también lleve un rato fuera del frigorífico
60 gr de azúcar moreno (“tus ojos, bandido...”)
2 cucharadas soperas de canela molida
Yema de 1 huevo




Tiempo de preparación total: aprox. 2 horas y media

En un recipiente grande, se diluye la levadura en la leche. Se añade el azúcar, la mantequilla y la sal y se remueve hasta que la mantequilla esté casi mezclada, y a continuación se añade también el cardamomo. Se va incorporando poco a poco la harina, removiendo bien para no dejar grumos. Conviene dejar preparada un poco más de harina por si hace falta más tarde.

Se sigue añadiendo harina hasta que la masa empiece a espesar (más o menos la mitad de la harina). En ese momento, se pasa la masa aún medio líquida a una mesa despejada y se empieza a amasar con las manos, añadiendo poco a poco el resto de la harina hasta que deje de pegarse a los dedos, y se sigue amasando sin parar durante unos 10 o 15 minutos. Es importante amasar bien para que la masa quede bien homogénea, con una textura suave y bastante elasticidad. En caso de duda, es mejor amasar de más que quedarse corto.

Se deja la masa durante aprox. una hora en un recipiente tapado con un paño hasta que haya crecido. Mientras tanto preparamos el relleno, juntando la mantequilla con el azúcar y la canela en una mezcla que quede bien granulosa. Cuando la masa haya duplicado su volumen, se enharina el rodillo y se amasa hasta conseguir una forma rectangular. Se extiende por encima el relleno con cuidado de que el azúcar no rasgue la masa, usando una cucharita pequeña o las manos.

Se enrolla la masa formando un tubo alargado y prensando con fuerza los extremos para que no se despeguen. Con un cuchillo se corta la masa en triángulos (ver la primera foto para hacerse una idea), y se presiona en el extremo opuesto al lado que no ha sido cortado (el que no tiene círculos) para darles su forma característica. Se colocan las piezas en una bandeja, bien separadas para que no se peguen, se pintan por encima con la yema de huevo batida y se dejan reposar 15 minutos, tiempo durante el cual crecerán un poco. Se meten al horno unos 20 minutos a 180 grados hasta que cojan color.

Si hay dudas sobre algún punto, remitimos a nuestra fuente principal, que además de tener explicaciones bastante buenas incluye un vídeo sobre la preparación (en inglés): http://rachesuomi.blogspot.fi/2013/06/recetas-korvapuusti-o-enrolladitos-de.html

Comentario/s previsibles de mamá:

     

lunes, 30 de septiembre de 2013

Filetes de cerdo al estilo chino (Helmut)

Este mes hemos tenido tanto trabajo que no ha dado tiempo a experimentar con ningún plato nuevo, por lo que hemos recurrido a nuestra reserva de recetas para rescatar una de hace bastante tiempo, que no es ninguna maravilla pero, igual que la que subimos hace dos meses, plantea una posibilidad original de presentar los clásicos filetes de lomo.

Para 2 personas

600 gr. de chuletas de cerdo o solomillo cortado en lonchas finas
4 cucharadas de salsa de soja
4 cucharadas de coñac o jerez
250/500 gr. de brotes de soja
20 gr. de harina


Tiempo de preparación total: aprox. 1 hora y media

Disolver la harina en la salsa de soja y el jerez y dar vueltas a la mezcla. Verterla sobre la carne, dejarla adobar 30 min. y retirarla cuidadosamente. Freír la carne, añadir los brotes de soja y el adobo, salpimentar y cocer lentamente durante 5 minutos.

Se puede poner más o menos soja, según la guarnición que se desee, aunque casi cualquier cocinero preferirá hacer una ensalada o unas verduras para acompañar un plato tan cárnico.

Por otra parte, es posible que el adobo no sea tan abundante como para poder aplicarlo y retirarlo con facilidad. En ese caso, freír directamente los filetes sin quitarlo, procurando que no se queme al contacto con el aceite.

Comentario/s previsibles de mamá:

     


sábado, 31 de agosto de 2013

Patatas con nata (Helmut)

Nuestro más reciente experimento con la cocina finlandesa y su limitado pero contundente abanico de posibilidades. Más que un plato en sí, estas patatas con nata (kermaperunat) son un acompañamiento habitual para carnes o pescados. Con tanta nata y patata resulta un poco pesado para una cena, pero como complemento para una comida es fácil de hacer y queda muy rico.

Para 3 personas (como acompañamiento)

Aprox. ½ kg de patatas
1 cebolla grande
2 dientes de ajo grandes
50 ml de nata de cocina
20 ml de leche
Sal y pimienta de Jamaica




Tiempo de preparación total: aprox. 1 hora y media

Se pelan las patatas y se cortan en láminas finas y pequeñas, como para una tortilla. Se pican la cebolla y los ajos. Se junta todo en un bol, se salpimenta (sin pasarse con la pimienta de Jamaica, que da mucho sabor) y se le añade la nata y la leche.

Después de removerla, se vierte la mezcla en una bandeja para horno, a ser posible amplia y con poca profundidad, y se mete al horno una hora u hora y pico a unos 200 grados, o hasta que tome color y consistencia.

Servir caliente o templado, preferiblemente con un plato principal de carnaza.

Comentario/s previsibles de mamá:

     

miércoles, 31 de julio de 2013

Filetes de lomo de cerdo con nachos (Helmut)

Este plato podría llamarse finlandés por su procedencia, más que por su adscripción a la tradición. Como puede deducirse por los ingredientes, esta vez no lo he sacado de ningún libro de cocina de la abuela, sino que se lo vi hacer a un cocinero autóctono en la tele finlandesa durante uno de los días del último mundial de hockey sobre hielo, todo un evento patriótico por estos lares.

En esencia, se trata de la típica guarrería que uno prepararía rápidamente para comer mientras ve uno de los partidos con los amigotes en casa, entre griteríos y cerveza, pero además de que objetivamente está bastante rico, supone toda una variación si uno está acostumbrado a cocinar platos más bien ibéricos y tradicionales.

Para 3 personas

600 gr. de filetes de lomo de cerdo
1 pimiento rojo / verde (medio y medio si es posible)
1 tomate
½ cebolla pequeña
Salsa de tomate
Queso rallado para gratinar
Nachos de bolsa




Tiempo de preparación total: aprox. 1 hora

Se pican el/los pimientos, el tomate y la cebolla en trocitos pequeños, y se fríen ligeramente en una sartén, añadiéndoles la salsa de tomate con un poco de sal para preparar una especie de pisto que nos sirva de salsa. A continuación se salan y se fríen un poco en aceite los filetes de lomo, hasta que cojan color, pero sin dejar que se hagan del todo.

En una bandeja para horno, se coloca al fondo una capa de nachos abundante (según la profundidad del cacharro), y por encima se disponen los filetes de lomo de cerdo bien repartidos. Se vierte por encima la salsa de tomate esparciéndola bien sobre todos los filetes, y después se espolvorea queso abundante sobre la superficie.

Se mete al horno durante unos 20-25 minutos hasta que el queso se funda y empiece a gratinarse, y después se sirve.

Conviene comerse todos los filetes el mismo día, de lo contrario los nachos del fondo, si no son de calidad extra, se quedarán algo rancios, y el plato perderá sabor.

Comentario/s previsibles de mamá:




viernes, 28 de junio de 2013

Empanada gallega (Salisbury)

Salisbury alcanza un nuevo cénit de excelencia culinaria con esta receta tradicional, cuyo sabor consiguió reproducir con éxito indiscutible a pesar de la lejanía geográfica.

Después de hornear

Tiempo de preparación total: aprox. 2 horas

Ingredientes para el guiso:

300 gr. de atún en conserva
1 huevo cocido (opcional)
2 o 3 cebollas medianas
1 pimiento rojo y 1 verde
1 tomate
Ajo y perejil
Sal y especias (pimentón dulce y pimienta blanca)

Picar las hortalizas en trozos finos, reservando el tomate. Rehogar a fuego suave la cebolla y los pimientos en aceite abundante (luego usaremos parte para hacer la masa). A media cocción añadirle el tomate, salpimentarlo y dejarlo hacer hasta que todo este pochado, es decir, caldoso, y la cebolla transparente. Al final añadirle el atún y una pizca de pimentón dulce para que coja color. Dejarlo enfriar.

Nota: el guiso no debe quedar frito sino pochado y caldoso. Para ello se debe cocer a fuego muy suave y añadir el tomate al final, o en su lugar una pizca de agua, caldo o vino blanco. Esto ayudará a suavizar el guiso y a pocharlo.



Antes de hornear

Ingredientes para la masa:

500 gr. harina
200 cc. de agua tibia
12 cucharadas soperas del aceite del guiso
1 sobre de levadura en polvo (o una avellana de levadura prensada de panadería, si la tenéis a mano)
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de sal
1 huevo batido

Poner la harina en un bol y hacer un hoyo en el centro. Verter en él la levadura, la sal, el pimentón y el aceite y añadir poco a poco el agua. Comenzar a mezclar poco a poco con una mano (¡¡sólo una!!), haciendo círculos y de dentro hacia fuera hasta tener todo mezclado. Ir añadiendo poco a poco la harina necesaria y seguir amasando hasta que la masa no esté pegajosa. Cuando esté bien ligada, terminar de amasar sobre una superficie lisa enharinada hasta obtener una masa suave, elástica y no pegajosa, sin escatimar en harina. Formar una bola y dejarla fermentar tapada aprox. una hora, hasta que haya doblado el volumen. 

Una vez reposada, dividir la masa en dos partes, una servirá para hacer la base y otra para la tapa. Sobre una superficie enharinada extender con un rodillo la parte de base hasta que quede aprox. de 2 mm de grosor. 

Forrar con ella la bandeja del horno previamente engrasada con aceite del guiso.

Extender por encima el guiso, bien repartido. Extender la otra parte de la masa y cubrir la base, recortar la masa sobrante y cerrar los laterales apretando los bordes y engurruñándolos. Con la masa sobrante se pueden hacer tiras para  decorar la empanada.

Hacerle un agujero en el centro para que se evapore el agua, pincharla por varios sitios para que no se hinche al cocerse y pintarla con huevo. 

Cocerla en el horno precalentado, a fuego fuerte (200-220 °C) y altura media hasta que esté doradita y en su punto, aprox. 45 minutos.

Comentario/s previsibles de mamá: