Para 3 o 4 personas
50 gr mantequilla
60 gr harina
160 gr nata agria
500 ml leche
150 gr queso rallado (cheddar, a poder ser)
4 huevos
3 cucharadas de salsa pesto
(ya hecha)
750 gr de zanahorias
250 gr (aprox.) de placas de lasaña
Pimienta negra, sal
Tiempo de preparación total: 1 hora y 30 minutos
Calentar la mantequilla en una cazuela, y cuando se funda,
añadir la harina. Cocer a fuego lento hasta que la masa coja color y suelte
burbujas. Verter la nata agria y un poco de pimienta y remover despacito.
Pasados unos minutos, cuando la nata se haya disuelto bien, retirar y echar 100
gr de queso rallado. Dejar enfriar unos minutos, añadir los huevos sin dejar de
mover y remover hasta que todo se mezcle bien.
Guardar una tercera parte de la salsa que hemos preparado en
un recipiente por separado. Añadir el pesto
y las zanahorias peladas y bien picaditas (con máquina casi mejor) al resto de
la salsa y remover hasta formar una masa uniforme. En una bandeja para horno
impregnada con aceite, verter una tercera parte de la salsa creada y cubrir con
placas de lasaña para crear un piso. Proceder otras dos veces de la misma forma
hasta conseguir tres pisos, culminando con las placas de lasaña. Echar por
encima la salsa que reservamos antes y espolvorear los otros 50 gr de queso.
Dejar reposar durante 10 min para que las placas se ablanden
y seguidamente introducir en el horno, precalentado previamente a 150 grados,
durante 30 min o hasta que el queso de la parte superior se haya tostado. Al
sacar del horno, dejar reposar durante otros 10 min para que no esté ardiendo
antes de servir, de esa forma será más fácil de cortar. El invento se puede
degustar solo o acompañado de una ensalada sencilla.
Comentario/s previsibles de mamá:
No hay comentarios:
Publicar un comentario