Para nuestro último mes en Francia, Salisbury nos deleita con un plato muy habitual en verano en muchos restaurantes de costa del país vecino, las moules marinières avec frites o, en cristiano, mejillones a la marinera con patatas fritas.
Para 2 personas
1 kilo de mejillones
Media cebolla blanca, o tres o cuatro chalotas
Perejil fresco
25 cl de vino blanco
30 gramos de mantequilla
3 patatas grandes (si se desea, más)
Tiempo de preparación total: 30-45 minutos
En primer lugar, picar la cebolla bastante fina y lavar bien los mejillones, quitándoles las "barbas" y todo lo que haya adherido a la concha. Pelar y picar las patatas en bastones, salarlas y freírlas en abundante aceite.
Mientras se fríen las patatas, calentar la mantequilla en una cazuela grande, cuando esté deshecha pochar la cebolla hasta que esté doradita. A continuación echar los mejillones y el vino blanco, añadir el perejil picado muy fino y dejar cocer 5 o 10 minutos. Sacudir la cazuela de vez en cuando, para que los mejillones que están en la superficie pasen al fondo, y viceversa. Una vez los mejillones se hayan abierto, retirar la cazuela del fuego.
Una vez fritas las patatas, sacarlas de la sartén y depositarlas en un plato con papel de cocina absorbente para que no queden muy grasientas.
Servir los mejillones acompañados de las patatas. Bon appétit ! :)
Comentario/s previsibles de mamá:
martes, 28 de junio de 2016
lunes, 30 de mayo de 2016
Suflé de pollo y queso azul (Bressiflette) (Helmut)
He aquí otra recetilla inspirada por uno de nuestros quesos
franceses favoritos, el bleu de bresse,
que ya nos ha dado ideas para algún otro plato en los pasados meses. De
nuevo se trata de una preparación sencilla en la que el horno hace casi todo el
trabajo. ¿Para qué complicarse más de la cuenta si el resultado es delicioso?
Para 3 personas
1 queso azul (bleu de bresse o similar, 250 gr)
400 gr de pechuga de pollo
½ kg de patatas
1 cebolla grande o 2 pequeñas
Aceite de oliva, perejil, sal y pimienta
Tiempo de preparación total: 45 minutos
Precalentar el horno a unos 180 ºC. Poner a cocer las
patatas peladas durante 10 min y a continuación cortarlas en rodajas. Sofreír
la cebolla picadita y las pechugas de pollo cortadas en dados en una sartén con
aceite durante unos 5 min y ponerlas en el fondo de una bandeja o recipiente
similar para el horno. Espolvorear con un poco de perejil picado, y colocar por
encima las patatas y el queso azul cortado en laminitas. Meter al horno durante
unos 15 min hasta que se funda bien el queso. On se lèche les babines !
Comentario/s previsibles de mamá:
Ubicación:
Rennes, Francia
domingo, 24 de abril de 2016
Hidromiel casero (Helmut)
Volvemos a las andadas con otro brebaje alcohólico, años
después de desvelar mi secreto familiar para preparar pacharán en casa.
Esta vez se trata de un experimento más que de una receta tradicional, ya que
la primera noticia que tuvimos al respecto fue a través de un vídeo explicativo
publicado por los afables miembros del grupo Amon Amarth, y la receta en
cuestión la hemos sacado alegremente de Internet.
No tuvimos muy claro que fuera a salir algo decente hasta el
último momento, pero cuando llegó la hora de probarlo resultó ser potable. El
sabor no es excelente pero sí correcto, y se parece bastante a lo que tiene que
saber, a hidromiel, concretamente al que preparan en Bretaña, el chouchenn, posiblemente a causa de la
miel que hemos usado.
Para un próximo intento trataremos de usar más miel en la
proporción, sellar bien la garrafa una vez que la fermentación haya concluido
(quizás fuera ese nuestro mayor fallo) y, quien sabe, tal vez utilizar algún
utensilio más profesional, pero el hecho de que el resultado haya sido más o
menos satisfactorio es algo que nos llena de alegría tanto como de perplejidad.
Para una horda de vikingos sedientos:
1 garrafa de 5 litros de agua mineral
1 kilo o 1,5 kilos de miel sin procesar (todo lo natural que
se pueda)
1 globo grande de plástico
1 sobre de levadura
1 aguja
1 puñado de pasas (opcional)
El invento recién preparado, nótese la espuma formada al agitarlo
Fase de fermentación: tuboscape tieso
Después del trasvase, con un color mucho más claro y apetecible
Antes de comenzar es importante precisar que se debe
procurar no emplear ningún utensilio de uso corriente en la cocina, para que no
penetren bacterias en el brebaje que puedan acabar estropeándolo. La garrafa
debe ser nueva, sin uso previo. Puede usarse 1 kilo o 1,5 kilos de miel, según
se desee un sabor más o menos intenso. Antes de utilizar la miel, ponerla al
baño María durante un cuarto de hora para que quede más líquida.
Echar mano a la garrafa de agua, y vaciar la mitad de su
contenido. Introducir lentamente la miel en su interior, procurando que el
cuello de la garrafa no se ensucie. Añadir la levadura y, si se desea, unas 15
o 20 pasas y cerrar bien fuerte el tapón. Sacudir durante unos minutos con la
fuerza de Thor tirando de Jörmungandr para sacarlo del mar. Volver a abrir la
garrafa y rellenarla con el agua que hemos sacado o, preferiblemente, con la de
otra garrafa sin abrir, hasta dos dedos por debajo del tapón. A continuación,
sacudir de nuevo, menos fuerte esta vez.
Con la aguja, hacer un orificio en el globo y colocarlo bien
extendido en lugar del tapón. Este complejo mecanismo será lo que permitirá que
escapen los gases generados durante la fermentación. Colocar la garrafa de pie
en un lugar fresco, seco y sin luz. Pasadas veinticuatro horas empezará a verse
un montón de burbujitas subiendo por los laterales del recipiente. El globo
debe estar tieso pero sin inflarse, en caso de que se hinche, practicar una
segunda incisión para liberar más presión.
Después de 15 o 20 días se dejará de ver burbujas y el globo
se desinflará. Una vez ocurra esto, esperar algunos días más para asegurarse y luego
trasvasar el contenido a otra garrafa, dejando atrás los sedimentos y, en su
caso, las pasas. Conviene usar una garrafa recién abierta para asegurarse de
que no haya bacterias en su interior. Cerrar bien con el tapón y almacenar el
mejunje durante 6 meses. Pasado ese tiempo, el hidromiel estará listo para
beber. Para variar la receta, durante la fermentación se puede emplear, en lugar
de pasas, un palito de canela, una vaina de vainilla u otro fruto o planta que
pueda dar sabor.
Yecʼhed mat!
Comentario/s previsibles de mamá:
Etiquetas:
bretaña,
fermentación,
licor,
miel
Ubicación:
Rennes, Francia
miércoles, 30 de marzo de 2016
Tarta de limón (Salisbury)
Nuevo postre facilito de Salisbury que recurre una vez más al limón como ingrediente principal, alimento que abunda en casa debido a la reciente adopción de la sana costumbre de preparar gin tonics en cada fiesta de guardar.
Para 4 personas
150-200 gr, aprox. unos 2 paquetes de galletas (pueden ser las típicas galletas María)
100 gr de mantequilla
Ralladura de 2 limones
Zumo de 1 limón y medio
200 ml de nata
300 gr de queso de untar (tipo Philadelphia)
250 gr de azúcar
1 sobre de gelatina
Tiempo de preparación total: 45 minutos
Se trituran las galletas en la batidora. Una vez trituradas se les añade la mantequilla y se vuelven a batir para que se mezclen bien. La pasta resultante se pone en un molde (preferiblemente desmontable) y se aplasta con las manos para que quede bien compacta.
Se ponen a hervir 250 ml de agua, cuando hierva se echa el sobre de gelatina y se remueve hasta que se disuelva bien. En la batidora se pone el resto de los ingredientes, es decir, la ralladura, el zumo de limón, la nata, el queso Philadelphia, la gelatina (líquida) y el azúcar, y se bate para que todos los ingredientes se mezclen bien.
La mezcla se echa por encima de la base de galleta y se mete en la nevera. Conviene hacer la tarta el día anterior al momento de servirla para que la gelatina se cuaje bien durante 12-24 h en la nevera. Decorar como se desee, con trozos de fruta, fideos de chocolate, canela, etc.
Para 4 personas
150-200 gr, aprox. unos 2 paquetes de galletas (pueden ser las típicas galletas María)
100 gr de mantequilla
Ralladura de 2 limones
Zumo de 1 limón y medio
200 ml de nata
300 gr de queso de untar (tipo Philadelphia)
250 gr de azúcar
1 sobre de gelatina
Se trituran las galletas en la batidora. Una vez trituradas se les añade la mantequilla y se vuelven a batir para que se mezclen bien. La pasta resultante se pone en un molde (preferiblemente desmontable) y se aplasta con las manos para que quede bien compacta.
Se ponen a hervir 250 ml de agua, cuando hierva se echa el sobre de gelatina y se remueve hasta que se disuelva bien. En la batidora se pone el resto de los ingredientes, es decir, la ralladura, el zumo de limón, la nata, el queso Philadelphia, la gelatina (líquida) y el azúcar, y se bate para que todos los ingredientes se mezclen bien.
La mezcla se echa por encima de la base de galleta y se mete en la nevera. Conviene hacer la tarta el día anterior al momento de servirla para que la gelatina se cuaje bien durante 12-24 h en la nevera. Decorar como se desee, con trozos de fruta, fideos de chocolate, canela, etc.
Comentario/s previsibles de mamá:
Ubicación:
Rennes, Francia
lunes, 29 de febrero de 2016
6 años (y medio), 100 recetas
Con la última entrega publicada con fecha de ayer, ya son 100 las recetas que hemos publicado a través de este blog y de su versión anterior desde que empezamos con toda esta aventura hace ya más de 6 años, como atestiguan las 102 entradas registradas hasta la fecha (incluyendo la primera de presentación y la noticia del cambio de servidor).
Desde los inicios nos hemos mudado de país más de una vez, hemos probado platos bastante exóticos y otros más bien anodinos o de andar por casa, pero lo más importante es que gracias a esta bobería de buscar algo nuevo para cocinar al menos una vez al mes no hemos dejado nunca de probar cosas que no habíamos comido antes, indagando siempre un poco, humildemente y en la medida de nuestras habilidades y tiempo limitados, en diversas tradiciones culinarias para dar algo de color a nuestro día a día gastronómico.
Aunque esto sea en gran medida un recetario personal compartido, esperamos que la experiencia le haya servido también a algún que otro intempestivo visitante para preparar alguna cosilla en su casa que haya sido de su agrado.
Este hito coincide, y hemos querido que así sea, con la doble buena noticia de que, por un lado, hemos terminado de pasar todas las recetas antiguas (2009-2013) del otro blog a este y, por otro, que por fin nos hemos puesto al día del retraso que desde hace más de un año llevábamos acumulando en el plano de las actualizaciones (lo triste es que los platos sí que los íbamos preparando... pero nunca encontrábamos el tiempo de redactar y subir las recetas).
Por fin hemos tomado las riendas del asunto y solventado todas las tareas pendientes, ahora este blog vuelve a respirar aires nuevos y se recrea momentáneamente en su rico acervo antes de seguir adelante en pos de nuevos horizontes, aventuras y sabores varios... para disfrute de quien lo desee.
Un saludo de los tres cocineros,
morgenTau, Salisbury y Helmut
Desde los inicios nos hemos mudado de país más de una vez, hemos probado platos bastante exóticos y otros más bien anodinos o de andar por casa, pero lo más importante es que gracias a esta bobería de buscar algo nuevo para cocinar al menos una vez al mes no hemos dejado nunca de probar cosas que no habíamos comido antes, indagando siempre un poco, humildemente y en la medida de nuestras habilidades y tiempo limitados, en diversas tradiciones culinarias para dar algo de color a nuestro día a día gastronómico.
Aunque esto sea en gran medida un recetario personal compartido, esperamos que la experiencia le haya servido también a algún que otro intempestivo visitante para preparar alguna cosilla en su casa que haya sido de su agrado.
Este hito coincide, y hemos querido que así sea, con la doble buena noticia de que, por un lado, hemos terminado de pasar todas las recetas antiguas (2009-2013) del otro blog a este y, por otro, que por fin nos hemos puesto al día del retraso que desde hace más de un año llevábamos acumulando en el plano de las actualizaciones (lo triste es que los platos sí que los íbamos preparando... pero nunca encontrábamos el tiempo de redactar y subir las recetas).
Por fin hemos tomado las riendas del asunto y solventado todas las tareas pendientes, ahora este blog vuelve a respirar aires nuevos y se recrea momentáneamente en su rico acervo antes de seguir adelante en pos de nuevos horizontes, aventuras y sabores varios... para disfrute de quien lo desee.
Un saludo de los tres cocineros,
morgenTau, Salisbury y Helmut
domingo, 28 de febrero de 2016
Berenjenas rellenas de queso brie y tomate (Salisbury)
Que las berenjenas nos pirran no es ningún secreto, de ahí que tengamos ya en el blog cuatro recetas en las que son el ingrediente principal, combinadas con parmesano, con carne y queso, con pan rallado y hasta con miel, para un postre. Este nuevo experimento se parece a la tercera, que lleva pan, tomate y ajo, pero añadiendo el pequeño matiz de sabor que proporciona el queso brie.
Para 2 personas
2 berenjenas
100 g de queso brie
100 g de tomate natural maduro
Media cebolla
Aceite de oliva
Sal
Tiempo de preparación total: 45 minutos
Se lavan y se cortan por la mitad a lo largo las berenjenas,
a continuación se vacían. Se cuecen en agua con sal durante unos 7-10 minutos,
hasta que queden cocidas pero al dente,
entonces se escurren y se reservan.
En una sartén se calienta un poco de aceite de oliva, se
añade la cebolla troceada y cuando esté dorada, se añade la carne de las
berenjenas troceada y se sofríe.
Cuando la carne de la berenjena ya esté bastante hecha, se
añade el tomate pelado y en trozos y el queso brie también troceado. Se deja freír todo junto unos 3 minutos. Se
corrige de sal.
En una fuente para horno se colocan las mitades de berenjena
vacías, se rellenan con la mezcla de la sartén y se cubren del queso que nos
guste más para gratinar. Se gratinan en el horno durante unos 5-10 minutos.
Comentario/s previsibles de mamá:
Ubicación:
Rennes, Francia
lunes, 25 de enero de 2016
Redondo de ternera con queso azul (Helmut)
Empezamos el año con una nueva receta francesa, que esta vez
no viene de ningún libro de cocina super auténtica, sino del humilde envase de
una marca de queso azul maravillosa (Bresse
Bleu) que descubrimos hace unos meses y desde entonces nos tiene locos por
su increíble sabor.
El bleu de bresse no
es un queso azul al uso, sino una especie de gorgonzola cremoso por dentro y
semisólido por fuera, así que supongo que la receta podría hacerse con
gorgonzola si no se dispone de otro queso que sea más parecido. El proceso no
tiene ningún misterio, basta con preparar la carne y meterla en el horno, pero
el resultado es muy sabroso y algo inusual.
Para 4 personas
1 queso azul (bleu de
bresse o similar, 250 gr)
1 redondo de ternera o cerdo (750 gr aprox.)
20 gr de mantequilla
1 cucharilla de aceite
Sal, pimienta
Tiempo de preparación
total: 45 minutos
Calentar la mantequilla en una sartén y freír en ella la
carne salpimentada durante 8 minutos hasta que coja color, a continuación,
dejar que se enfríe un poco. Calentar el horno a 220 grados. Hacer varias
hendiduras profundas a lo largo del redondo, paralelas entre sí, y colocar una
lámina gruesa de queso en cada una de ellas. Conservar
la redecilla que envuelve la carne, o de lo contrario el resultado final tendrá
un aspecto más deconstruido de lo deseable, como sucede en nuestra foto. Se
puede usar cerdo en lugar de ternera, que es lo que hicimos nosotros. Dejar
que se haga al horno durante 15 a 20 minutos hasta que el queso esté bien
fundido. Bon appétit !
Comentario/s previsibles de mamá:
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